Por TATIANNA
Traducción de BLOG SEDE
Cuando era pequeña, mi abuela siempre solía gritarme hasta quedarse sin aliento cuando mi
espalda no estaba recta, ya fuera si estaba caminando, sentada, o durmiendo. Por ese entonces, solía pensar que tenía un don para gritar. Recuerdo estar afuera jugando con mis amigos y de la nada aparecía la voz chillona de mi abuela gritando
“la espaldaaaaaaa”, y entonces corregía mi
postura al instante.
Ahora que soy mayor y no tengo a nadie que me grite al oído para enderezar mi
espalda, mi
postura fue empeorando cada vez más. Al final entendí por qué mi abuela se estresaba tanto por mi espalda.
¡La postura es importante! Y debería ser una gran preocupación, porque la postura puede determinar el
resultado de tu rendimiento y bienestar.